jueves, 21 de abril de 2011

Cuando un día insulso termina con un final aceptable...

Hacía tiempo que no leía tanto de seguido. Casi recordando los momentos de antaño, en los que era para mí un placer el ejercicio de la lectura. En donde no me enfrascaba, como ahora, en conductas repetitivas y estereotipadas relacionadas con el mundo electrónico. Ha sido un momento dulce, la verdad. No contrarresta toda la pérdida de tiempo que he ejecutado hoy en hacer nada, como siempre, pero lo alivia. Quizás surjan propósitos y no esté todo perdido, finalmente. Habrá que poner atención a futuras noticias. En cualquier caso, gracias por esta pequeña paz sin condiciones.

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